La edición está viviendo una transformación debido al ingreso de las nuevas tecnologías de la comunicación e información que replantea la labor en el proceso editorial. El siglo XXI se está convirtiendo en el siglo de los soportes electrónicos.
Desde que Amazon sacase a la luz sus datos sobre consumo de libros en papel frente a las compras de libros en formato digital vía Kindle, muchos son los que se han apresurado a decir que el fin de los libros tal y como los conocemos es inminente, algo que le caería muy bien a la naturaleza pero que es, de momento, poco probable.
Sí, los nuevos soportes amenazan con restarle protagonismo a la edición de papel a la hora de transmitir contenidos, pero este cambio también tiene que ver con una transfromacion generacional muy importante - las nuevas generaciones están siendo educadas con tecnologías informáticas avanzadas que no le atribuyen al libro el valor simbólico que en un pasado tenía-. Internet y su buscador estrella, Google, están dejando ver que el libro ya no es el único transmisor de conocimiento.
Ahora podemos disfrutar de lecturas no sólo en impresos, sino también contenidos digitales en soporte electrónico. Los editores tradicionales se sienten amenazados, pero no se trata si un soporte eliminará al otro sino de "pensar en digital" y combinar los diversos soportes que permanecerán durante mucho tiempo. Gracias a estas nuevas tecnologías cada usuariopuede convertirse en creador de contenidos, en pseudo editor o editor.
La web 2.0 fomenta la creación y uso de entornos wiki con el objetivo de compartir conocimientos, mientras que la web 3.0 vendrá caracterizada por la consolidación del movimiento open acces (la información es de libre acceso pero sujeta a derechos de propiedad intelectual) y convivencia con el free access. Los editores tendrán que replantear sus empresas a razón de la avenencia con los lectores que dejarán de ser clientes para convertirse en audiencias.
Las nuevas tecnologías no han traído el fin de las editoriales, si no un nuevo modelo de explotación que incrementa la visibilidad y accesibilidad a los libros. Los blogs y redes sociales generan nuevas ideas y la lectura se convierte en una experiencia positiva y enriquecedora. Internet ayuda al fomento de la lectura y al aumento de compra de libros en papel. La tarea del editor será adecuarse y explotar el “cómo” transmitir el gusto por el libro impreso a generaciones educadas con elementos multimedia.
Así, los nuevos procesos de producción digital –edición bajo demanda, tiradas cortas, impresión uno a uno, descargas desde plataformas digitales- son nuevas formas a las que la industria editorial puede-o debe- ceñirse, después de todo, como ya lo decía Jacques Derrida en su ponencia “El libro por venir” –parafraseando la obra de 1959 de Maurice Blanchot -:
“Sabemos—seamos serios— que el libro no va simplemente a desaparecer. Por mil razones, ni siquiera es seguro que, en cantidad, su producción no esté llamada a mantenerse, incluso a aumentar en el mercado, y en un mercado mediático del que también habría que hablar con seriedad.”
Referencia
Francisco Javier Jiménez y Manuel Gil, “La edición en el entorno digital”, en: Carmen Parvo y cols. Manual de edición, Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), Colombia, 2009, pág. 110-127.
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